Costera Luanco a Candás

9 Noviembre 2019

distancia 11.9 Kms
tiempo 4 horas 56 minutos
ascenso 287 metros
descenso 287 metros

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Ruta muy fácil y tranquila para un dia que amenazaba lluvia, y que al final diluvió en la vuelta de Candás a Luanco.

Se comienza en Aramar, al lado de Luanco para visitar primero el pequeño astillero ya en desuso, y después continuar la senda costera GR-204 en dirección a Candás pasando por la playa de los Laureles y después bordeando la costa hasta la punta del Cabrito para llegar a la playa de San Pedro que solo se puede pasar por ella en marea baja.

Desde el final de la playa hay que subir hasta el cementerio de Candás, que es un buen sitio para comer por la abundancia de restaurantes.

El regreso a Luanco es por el mismo sitio aunque atajando por carreteras interiores y bajo un tremendo aguacero con importantes rachas de viento a veces.

mapa

ruta

perfil

Luanco desde el punto de comienzo, las casas altas de Aramar

isla del Carmen

dique del astillero de Aramar

playa de los Laureles

antiguo astillero de Aramar

por esta zona se recoge mucho ocle

punta del Cabrito, el sendero pasa por allí

enormes calabazas en un campo

una mirada atrás a los acantilados del Monte, abajo la playa de los Cristales

la punta del Cabrito más cerca

en esta la punta con el pedrero de la Basera

punta del Cabrito

este es un tramo del sendero que va encajonado entre el litoral y los setos de las fincas

 se puede ver la punta de San Antonio y el faro de Candás

paso por la playa de San Pedro

hacia atrás

ahora hay que subir a ese alto de la derecha que es donde está el cementerio

otra mirada atrás

playa de Solfin, y a la derecha la punta de San Antonio y Candás

cementerio de Candás

Candás,....... a comer mientras comienza a diluviar

después de comer subida a la punta de san Antonio

puerto de Candás cuando comienza de nuevo a llover a lo grande. A este paraguas le quedaban segundos antes de que una ráfaga de viento acabara con él

cerro de San Antonio

faro de Candás

 vuelta hacia Aramar deprisita bajo un aguacero tremendo con importantes rachas de viento que acabaron con el paraguas, y conmigo calado hasta los huesos.