13 Septiembre 2022
distancia 26.97 Kms
tiempo 8 horas 16 minutos
ascenso 799 metros
descenso 2243 metros
Desde mi punto de vista, la ruta que haremos hoy, junto a la de la arista de la Caldera de Taburiente hasta el Roque de los Muchachos, es la más espectacular de la isla, tanto por vistas como por los sitios que se recorren.
El recorrido de hoy es como un camino sorteando un laberinto de volcanes que recorren la mitad inferior de la isla como si fuese una espina dorsal hasta el faro de Fuencaliente.
Además es la ruta que pasa más cerca del reciente volcán de Tajogaite, pudiendo contemplar su cráter de lejos, y las cenizas que esparció por toda la zona.
Comenzamos a caminar en el área del Pilar remontando el bosque de pinos para llegar a un punto donde pudimos ver el cráter del volcán Tajogaite, aunque no con claridad debido a la neblina.
Volvemos sobre nuestros pasos para pasar entre las montañas de la Magdalena y de los Charcos, y dejar a nuestra derecha el antiguo cráter del volcán Hoyo Negro.
Toño y yo nos desviamos para acceder al cono del cráter del Nambroque, volviendo a bajar al sendero y pasando al lado del cráter de la Montaña del Fraile.
Continuamos para ascender a la cumbre del cono de la Deseada reuniendonos con nuestros compañeros en el otro lado del circo del cráter.
Continuamos por la depresión que se crea en el valle de las Montañas Bermejas totalmente llena de ceniza, y que precede al siguiente volcán, el de San Martin, a donde volvemos a subir Toño y yo separandonos de nuevo del grupo.
Volvemos a conectar en la bajada y nos dirijimos todos juntos hacia los Canarios.
Antes de llegar nos separamos en dos grupos, puesto que algunos quisimos continuar hasta el faro de Fuencaliente a nivel del mar, mientras que el resto quedaria en los Canarios e irian a nuestro encuentro en el faro.
Asi pues, desde los Canarios bajamos hasta el faro haciendo estos últimos Kilómetros por un paisaje desolador, solo rocas, cenizas y escoria hasta llegar al faro que con sus colores y el contraste con el mar rompe la monotonia del paisaje.
Final de ruta, y un baño bien merecido para todos.
