26 Junio 2021
distancia 15.86 Kms
tiempo 8 horas 37 minutos
ascenso 1533 metros
descenso 1533 metros
tiempo 8 horas 37 minutos
ascenso 1533 metros
descenso 1533 metros
Volvemos al desfiladero de los Beyos, hoy toca una de esas rutas espectaculares por la ausencia de caminos, lo salvaje de algunos sitios y la verticalidad del terreno por donde transitaremos. Lamentablemente la niebla no nos permitió ver nada, tanto es así que no encontramos uno de los objetivos del dia, el bunker que se encuentra debajo de una de las Monxinas, la más occidental al lado del Frailón (Pico de la Plana), por lo que quedó el compromiso de volver a repetir esta ascensión, y ya veremos por donde haremos el posterior descenso, de momento ahí queda pendiente, ya que desde el pico de la Plana tampoco pudimos ver nada por la niebla.
Comenzamos a caminar cerca del túnel de Regaldin, y ascendemos por un sendero que se cierra mucho en su principio, y se pierde durante varios tramos, pero que sorprendentemente está jitado, y que nos asciende bajo el Frailón (Pico la Plana) a la zona donde se encuentra el bunker con los nidos de ametralladora que protegia la entrada a los Beyos desde Sajambre, y que debimos sobrepasar sin darnos cuenta por la niebla.
Pasamos por debajo de las paredes de la Plana y vamos hacia la horcada de la Garrocha, pasando por la cabecera de la canal del Polleru, de repente en la ascensión y entre la niebla aparece la aguja de la Garrocha que da acceso a la horcada.
La vista que tenemos ahora hacia la canal de Roxena es de meter miedo, ya que nos vemos encaramados en una horcada con niebla por todos los lados que da sensación de estar atravesando por tremendos abismos.
Destrepamos unos metros para introducirnos en el bosque y rodeamos un espolón por una pindia ladera de hierba para encarar ya la tremenda canal de Roxena, vertical como pocas y por la que ascendemos por donde podemos, bien agarrandonos a la hierba ó pegandonos a la pared de la izquierda hasta llegar a la collada de Roxena.
Desde la collada giramos a nuestra izquierda, y ascendemos a la cumbre de la Plana por terreno incómodo pero más amable, aunque nos espera una pequeña trepada a mitad de camino.
Regresamos por el mismo sitio a la collada Roxena, y seguimos ascendiendo hacia el collado Valdelillo donde paramos a descansar un poco y picar algo, más tarde continuamos la marcha por encima del jou de los Llagos de Jesús y pasando por la majada de Pandemones hasta el collado de la Mosca.
Desde aqui seguiremos el sendero del camino de Güembres que perderemos varias veces teniendo que meternos por mares de felechos, hasta que finalmente lo encontramos en ralativo buen estado.
Pasamos por debajo de las paredes de la Plana y vamos hacia la horcada de la Garrocha, pasando por la cabecera de la canal del Polleru, de repente en la ascensión y entre la niebla aparece la aguja de la Garrocha que da acceso a la horcada.
La vista que tenemos ahora hacia la canal de Roxena es de meter miedo, ya que nos vemos encaramados en una horcada con niebla por todos los lados que da sensación de estar atravesando por tremendos abismos.
Destrepamos unos metros para introducirnos en el bosque y rodeamos un espolón por una pindia ladera de hierba para encarar ya la tremenda canal de Roxena, vertical como pocas y por la que ascendemos por donde podemos, bien agarrandonos a la hierba ó pegandonos a la pared de la izquierda hasta llegar a la collada de Roxena.
Desde la collada giramos a nuestra izquierda, y ascendemos a la cumbre de la Plana por terreno incómodo pero más amable, aunque nos espera una pequeña trepada a mitad de camino.
Regresamos por el mismo sitio a la collada Roxena, y seguimos ascendiendo hacia el collado Valdelillo donde paramos a descansar un poco y picar algo, más tarde continuamos la marcha por encima del jou de los Llagos de Jesús y pasando por la majada de Pandemones hasta el collado de la Mosca.
Desde aqui seguiremos el sendero del camino de Güembres que perderemos varias veces teniendo que meternos por mares de felechos, hasta que finalmente lo encontramos en ralativo buen estado.
Lo continuamos en bajada hasta la carretera, a la que desembocamos a la altura de Cobarcil.
Seguiremos en descenso por la carretera hasta donde tenemos los coches siempre muy por encima del rio Sella que baja encajonado muchisimos metros abajo de por donde tansitamos con tremenda fuerza siendo todo un espectáculo.